*Por Jonnhy Fernández Ramírez
Siempre directo,
sencillo, envalentado, sobre todo para sacar fuerzas de flaquezas de donde no
había. Así era Jesús, quizás muy polémico por defender lo que añoró por
siempre, su pasión, amor y entrega por el Boxeo.
Ustedes no se
imaginan lo que fue capáz este hombre de mediana estatura, pero de envidiable
cuerpo atlético como deben de ser los
deportistas.
Mira me dijo, los
sábados y domingos estoy realizando peleas al aire libre de box en el boulevard
de la Calle Sáenz Peña al lado de la ahora remodelada Catedral de Huacho. Era
el año 2010 y me di el lujo de transmitir sus peleas por Radio Paraíso, luego haber
terminado las transmisiones de la Copa
Perú, enlazados desde todos los distritos.
La razón era
simple. No había el cuadrilátero (Ring de Box), para que sus pugilistas queden listos para participar
en un Campeonato Nacional (Lima). Ingenioso él, había pintado el piso con una
tiza y en una circunferencia boxeaban los niños(as) y jóvenes.
Alrededor se
apostaba el público, los visitantes, los familiares y quienes gustaban de este
deporte, por que sabían que a esa hora había algo que ver y entretenerse. Se
hizo una campaña solicitando al IPD para que se le facilite el Ring que se
encontraba en el Coliseo Cerrado, pero vano fueron los esfuerzos, de repente
para otra oportunidad, como que si se hizo en un evento local entre huachanos y
limeños. Aquí fue fundamental la amistad de don “Coyo” García entonces gerente
del Hotel Centenario.
Fue incansable
luchador del deporte de las narices chatas, estuvo en los momentos en que por
fin Huacho tenía su ring propio, aunque ello no duró mucho por que luego se
enteró que se había prestado a Chilca-Cañete. Se enfureció demasiado, pero
continuó con su trabajo. Ello hizo que nosotros conversáramos con la Jefa del
IPD, quién tiene el compromiso de devolverlo cuanto antes.
Robles, el año
pasado constituyó su escuela deportiva, ello ya lo tenía hace años, ahora lo
hizo formal, quizás para conseguir apoyo, que fue esquivo y mezquino por parte
de las autoridades locales y regionales. Gracias a los que apoyaron. En honor a
la verdad pese a tener discrepancias les digo que no desmayó en hacer del boxeo
una práctica cotidiana y su cuadrilátero constituyó por varios años el famoso
club San Cristóbal de la calle Olaya, conocido como los “comegatos”.
Su última
participación con boxeadores locales fue en el Campeonato Nacional de Chimbote
realizado el año pasado, donde trajo como antes diplomas y medallas que muchas
veces no eran reconocidas, menos consiguió el apoyo para el viaje y sufrió la
ignorancia de siempre de las autoridades de turno.
Los guantes están
colgados, como las peras y el saco, esperando que el cuadrilátero tenga peleas
pactadas y quizás Huacho vuelva a tener UN
RING DE BOX y la Liga respectiva (también fue dirigente) para su masiva
práctica como el deseaba y de seguro sus futuros campeones. Hasta siempre
Campeón.
Sus restos están siendo velados en el Club Iniciación en calle Salaverry y este viernes seria el cortejo fúnebre de este reconocido deportista, según señalan sus familiares, sera en el Cementerio General de Huacho, y se espera que en las próximas horas llegue a nuestra localidad una delegación de Boxeo de lima, y también la posibilidad de la llegada de Chiquito Rosell campeón mundial de boxeo, a quien Jesús Robles lo habría entrenado de pequeño en la provincia de Huaral.
siempre estaras en nuestros corazones profe nunca te olvidaremos y rumbo al campeonato nacional
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